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Gaspar Yanga: El africano que no quiso ser esclavo de los españoles

Por: Armando Bautista 
 
Esta es la historia breve de un africano que nunca aceptó su condición de esclavo. Un esclavo al que los españoles consideraron como una bestia de carga que debían ejecutar. Incitaba a la rebelión a quienes compartían el mismo destino que él. Muy pronto los rumores de sus acciones corrieron de boca en boca hasta llegar a los oídos del Virrey. Su nombre es Gaspar Yanga; fundador del primer pueblo libre del Yugo español en la Nueva España.

Hay mucha confusión y muchos datos inciertos acerca de su origen. "Yanga fue un hombre africano que fue llevado en 1579 en condición de esclavo a la Nueva España, específicamente a la zona de haciendas cañeras y estancias de ganado en el Valle de Orizaba, Veracruz[6]; de acuerdo con Francisco Xavier Alegre (1729-1788) y su Historia de la Compañía de Jesús en Nueva España (una de las principales fuentes históricas de este acontecimiento), Yanga era un hombre de edad avanzada y originario de la nación Bran, dónde – de no haber sido prisionero – se hubiese convertido en rey[8]. V

Lo poco que sabemos de él, nos da una idea de que era un hombre inteligente, decidido, que no le temía a nada, con una capacidad para inspirar e influir en los demás. Yanga, debido al mal trato inhumano que llevó, decidió escapar de su amo y dirigirse a los palenques de la sierra de Zongolica (en las cercanías de Córdoba) junto con otros compañeros a los que identificaban como  negros cimarrones. Con el paso del tiempo se convirtió en el líder de su grupo. Ordenó construir un pequeño asentamiento libre en las montañas. Durante 30 años, el asentamiento de Yanga se mantuvo gracias a la caza, al cultivo y a las caravanas  y haciendas que asaltaban en los alrededores de Orizaba y en Huilango (actual Córdoba). Conforme transcurrían los años, el grupo iba creciendo cada vez más. Se creé que llegaron a ser casi 500 africanos que iban en busca de libertad. Mientras Yanga se ocupaba de la administración civil, otro, de nombre  Francisco de la Matosa, un joven proveniente de Angola que también escapó de la esclavitud, se encargaba de los operativos militares.

Comienza la rebelión de los esclavos:

En 1609, el virrey Luis de Velasco  decidió ponerle fin a las pérdidas causadas por los asaltos de los africanos, enviando al capitán Pedro González de Herrera. A esto se añade, que se había extendido el rumor que aquellos hombres deseosos de librarse del yugo español, querían apoderarse del gobierno virreinal y nombrar como rey a su líder Yanga. 

Las primeras contiendas comenzaron cuando las tropas españolas asaltaron al pueblo de Yanga; éstos huyeron a las montañas de más difícil acceso. Después quemaron cerca de 60 casas y las plantaciones. Los africanos con 100 hombres armados y 400 más con palos y machetes, respondieron con mucha fiereza, causando el doble de bajas. Estos enfrentamientos que se prolongaron por varios años, obligó al gobierno español a que fundara la Villa Córdoba en 1618, para que sirviera de tapón y así proteger la ruta de México - Veracruz. 

Durante este tiempo, Yanga alentó a su gente para que no se rindieran y poder continuar la lucha en pos de la libertad. Intentó negociar varias veces, pero los españoles no aceptaron. Dentro de sus términos, exigía el reconocimiento de su pueblo como un "pueblo libre". Y que fuera administrado por alguien de su familia.

Finalmente, el virrey Diego Fernández de Córdoba,  aceptó la libertad de la comunidad de Gaspar y fue nombrada como San Lorenzo de los Negros, en el año de 1618. Pero fue hasta 1630 cuando se fundó y se reconoció oficialmente por órdenes del virrey Rodrigo Pacheco y Osorio. 

El 5 de noviembre de 1933 este pueblo cambió su nombre por el de Yanga, en honor de aquel hombre que se atrevió a romper las cadenas de la esclavitud. Nació para ser un hombre libre, y proporcionar libertad a todos aquellos quienes confiaron en él.

Fuente:

Alegre Francisco Xavier. Historia de la Compañía de Jesús en Nueva España. México. Impreso por J. M. Lara. 1842. T. II. pp. 10-16 

 Cfr. Naveda, Adriana. De San Lorenzo de los negros a los morenos de Amapa: cimarrones veracruzanos, 1609-1735, en Rina Cáceres, Rutas de la esclavitud en África y América Latina, San José, Universidad de Costa Rica, 2001, pp. 157-159. 

Cfr. Reynoso, Araceli. Revueltas y rebeliones de los esclavos africanos en la Nueva España. Varsovia, Polonia. Revista del CESLA, n. 7, 2005,  p. 132.