El 25 de octubre de 2022, fueron reformadas diversas disposiciones del Código Civil del Estado Libre y Soberano de Guerrero número 358, así como la Ley número 495 del Registro Civil del Estado de Guerrero en materia de derechos y obligaciones del matrimonio, en la cual se reconoce el matrimonio igualitario por el Congreso del Estado de Guerrero, con 38 votos a favor, 6 en contra y 2 votos nulos.
Tras la aprobación de estas reformas, han surgido diversas posturas, mayoritariamente a favor, aunque algunas muy interesantes en contra, que resultan incomprensibles para gran parte de la población con acceso a internet e interés en los temas de la vida pública.
¿A quién lastima el matrimonio igualitario?, interesante pregunta que hoy analizaremos en este espacio, y para lo que te invito, nos ayudes a crecer en este canal de información suscribiéndote y activando las notificaciones de tu aplicación.
Una de las primeras voces opositoras al matrimonio igualitario, fue la de la diputada Julieta Fernández, quién en diversos medios de comunicación expresó que esta figura jurídica, podría provocar vacíos legales, los cuales, podrían ser aprovechados por personas que cometan delitos para cambiar de identidad, de hombre a mujer o viceversa, para evadir la acción de la justicia.
Al menos en Acapulco, organizaciones empresariales como la Capestur, partidos políticos como el PRD y toda la comunidad LGBT+, celebraron que la entidad pudiera aprobar estas reformas, que si bien no gustan a una minoría de la población, son una petición justa por parte de un segmento de la población que ha estado entre nosotros desde miles de años a través de la historia.
Y es que enfocando el orígen de la exclusión jurídica en la que vivían hasta este tiempo los integrantes de la comunidad gay, tenemos que reconocer que no es como que existiamos en un mundo sin diversidad, en el que el 25 de octubre de 2022 en Guerrero alguien hizo click derecho en nuestra realidad y le dio agregar homosexualidad, lesbianismo y demás orientaciones sexuales diversas al mundo en el que actualmente vivimos.
Repito, la comunidad LGBT+ estuvieron siempre aquí, desde mucho antes de que naciera esta generación, y seguirán estando aquí, mucho después que nos hayamos ido, pero a partir de ahora, con la certeza de que más allá de los sentimientos que se puedan regalar en vida, habrá una certeza jurídica de que no dejarán indefensos y en la calle a quienes elijan para compartir esta experiencia terrenal que llamamos vida.
Y es en este sentido en el que se responde la pregunta que hoy nos ocupa, ¿a quién lastima el matrimonio igualitario?.
Opino que el matrimonio igualitario lastima a un pequeño sector de la población que ya tiene la vida resuelta, lastima a quienes asumen como igualdad, un derecho que hasta el 25 de octubre de 2022 no era generalizado.
Esta figura jurídica lastima a quien nunca ha tenido la incertidumbre de saber qué pasará con esa persona que le ha acompañado a lo largo de los años en lo prospero y en lo adverso.
Lastima a quien nunca ha visto con horror cómo es que a la muerte del ser amado, los familiares de su pareja a través de las leyes mexicanas lo echaban sin dudar de lo que fue su hogar durante toda una vida.
A quien nunca ha visto enfermar al que se ama y no tener los recursos para atenderlo en un hospital privado, y tampoco a través de la Seguridad Social.
Lastima a quien vive para sí mismo, para su realidad y para sus intereses, lastima a quien no ve, que la lucha por el matrimonio igualitario, nunca se trató de un permiso para amarse, sino de otorgar tanto en la vida como en la muerte, la acción más primitiva y necesaria que ha permitido a la humanidad prevalecer como especie a lo largo de la historia, la protección.
Soy Darío Lagunas y esto es #HablandoEnPlataNos vemos y nos escuchamos, hasta una próxima ocasión.
