¡Bien Acompañada!
Como cualquier "Amlover" llegó la presidenta municipal de Acapulco, Adela Roman Ocampo, caminando por lo menos unas cinco cuadras para llegar a la plancha del Zócalo y escuchar el mensaje del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En pláticas con paisanos con los que coincidió, conversó que mantendrá una reunión con el secretario del sector agrario y pedir que Acapulco sea tomado en cuenta desde el principio en cuanto a los proyectos para el campo, "porque primero los pobres".
De guinda, buen ánimo, gafas grises, “maquishada” y enchalecada de Morena, platicó que esta semana era valiosa para el sector turístico, el ganadero y cultural de Acapulco, por la oportunidad de acordar programas que agilicen el renacimiento del puerto más bello de México.
“Vine a escuchar el mensaje de mi presidente. Es una fecha muy importante en México y esta semana me voy a reunir con el secretario federal del (Sector Agrario) y acordemos proyectos productivos para llevarlos a Acapulco. De hecho vamos a reunirnos con otros funcionarios más, tenemos que estar aquí para trabajar en la Cuarta Transformación”, dijo en la charla con amigos de San Marcos que se encontró en el titipuchal de gente.
Acompañada de Adriana Román, presidenta del DIF Acapulco; Silvestre Arizmendi, quien es subsecretario de Políticas Públicas de Sedesol en el puerto y Delfino Hernández, subsecretario de Asuntos Políticos en Sedesol, la primera edil sacó su convicción obradorista y escuchó todo el discurso del presidente desde el bastón de mando hasta el Himno Nacional.
Y por cierto que la alcaldesa, quien evidencia varios kilos de menos desde que trabajó para ganar la elección, también llevaba sus zapatos de campaña consigo como amuleto de la buena suerte.
¡Nunca se asomó al balcón de Palacio Nacional el nuevo presidente de Mexico!