* Dijo que se quería hacer un regalo para su cumpleaños 31, cuando experimentó el resultado se quiso morir y desde su salida de la clínica prefirieron no hablar.
“Estaba por cumplir 31 y pensé en regalarme algo, hace tiempo que quería hacerme una lipo así que busqué por Internet cirujanos y di con un doctor que me ofreció una promo por mi cumpleaños: además de sacarme la grasa de la panza me ponía el excedente en la cola, todo me costaba 30 mil pesos por lo que le dije que sí”.
Mariela Ayala cuenta que, tras la intervención, sufrió una infección generalizada. Estuvo 10 días en coma inducido en el Hospital Churruca y se fue de allí sin parte de su pierna derecha. “Me amputaron de la rodilla para abajo, era eso o morirme”, asegura Mariela, que hoy está aprendiendo a caminar con una prótesis. Al médico ya lo denunció por “lesiones gravísimas”.
Dice que todo ocurrió muy rápido. "El 5 de junio, un día antes de mi cumpleaños, fui a una consulta. Me mandó a hacer análisis de sangre y un electro y el 13 ya me estaba operando. Salí del quirófano muy hinchada, pero el médico me dijo que era normal. Ya en mi casa, el dolor se volvió insoportable”, suma la mujer, que vive en Quilmes junto a su pareja, era empleada administrativa y hoy se encuentra sin trabajo.
Cuando despertó le contaron el resto: que estuvo 10 días en coma inducido por el shock séptico que sufrió; que hicieron pasar a sus padres tres veces para que se despidieran de ella porque, según los médicos, no iba a pasar la noche; que estuvieron a punto de amputarle las dos piernas, un brazo y la otra muñeca; y que finalmente consiguieron que un antibiótico le hiciera efecto aunque, para ese momento, mitad de su pierna derecha estaba perdida.
“Me dicen que se veía negra y que la cortaron por miedo a que la infección subiera. Era eso o morirme”, insiste en un intento por convencerse de que fue lo mejor. “Cuando vi que me faltaba la pierna lloré, grité y dije que prefería morir a eso. Pero con el apoyo y la contención de mi familia y amigos de a poco empiezo a salir adelante”, cuenta la mujer.
A aquellos que están pensando en someterse a cirugías estéticas les pide que “lo mediten bien, mil millones de veces”. “Yo lo hice porque tenía la autoestima baja. Hay que aprender a valorarse, lo importante es la persona no el físico pero recién ahora lo entiendo”, remarca Mariela.
Con información de: www.clarin.com
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